domingo, 23 de marzo de 2008

SEMANA SANTA


CUARESMA

Es un tiempo de oración y de penitencia. Sirve para prepararnos a celebrar los misterios de la Semana Santa, especialmente la Pascua de Resurrección.
Se reviven los cuarenta días que Jesús se retiró al desierto, guiado por el Espíritu. Allí ayunó, oró y sufrió las tentaciones del demonio. (Lc. 4, 1-13)

DOMINGO DE RAMOS


La Semana Santa se inicia con el Domingo de Ramos. Este día se revive la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén.
"Jesús fue a Jerusalén para celebrar con sus discipulos la Pascua Judía. La gente lo supo y salió a su encuentro. Al paso del Señor ponían sus mantos como alfombras. La multitud lo aclamaba como rey agitando ramos y cantando alborozados: ¡Hosanna! ¡Bendito el que viene en el nombre del Señor! ¡Bendito sea el Rey de Israel!.
Jesús encontró un burrito y montó en él para entrar en la ciudad. (Jn. 12, 12-19)


JUEVES SANTO
El día Jueves Santo la Iglesia revive la "Ultima cena"
Al atardeder del jueves, Jesús se sentó a la mesa con sus apóstoles para celebrar la Pascua Judía, la acción de gracias a Dios por sacar al pueblo de la esclavitud. Les dijo que deseaba mucho comer esa cena con ellos porque sería la última antes de su Pasión.
Mientras comían, bendijo el pan y el vino. Se los repartió diciendoles que eran su cuerpo y su sangre ofrecidos por la salvación de todos. Después les dijo: "Hagan esto en memoria mía". (Lc. 22, 7-20)
Para demostrar a sus discípulos cómo los amaba y cómo ellos debían amarse los unos a los otros, Jesús se puso una toalla a la cintura y les lavó los pies. Después les dijo: "Ustedes me llaman Maestro y Señor y lo soy. Si yo que soy su maestro les he lavado los pies, ustedes deben servirse también los unos a los otros y lavarse mutuamente los pies". (Jn. 13, 4-17)
En otro momento agregó:
"Yo los he amado. Ustedes también ámense unos a otros. Así todos verán que son mis discípulos" (Jn. 13, 34-35)
Las ceremonias del Jueves Santo reviven la institución de la Eucaristía y el lavado de los pies, signo de servicio y de amor fraterno. Jesús se quedó con nosotros y lo recibimos cada vez que comulgamos. Su mandamiento de servicio amor fraterno, lo hacemos realidad siendo solidarios, amándonos y respetándonos mutuamente.



VIERNES SANTO
En su Última Cena, Jesús dijo a sus apostoles que uno de ellos lo traicionaría entregándolo a sus enemigos. Se refería a Judas Escariote. Este llevó a los soldados hasta el lugar donde estaba Jesús. Entonces lo tomaron preso (Jn. 18, 2-19). Esto ocurrió el jueves en la noche.
Al amanecer del viernes se reuieron los ancianos del pueblo y las autoridades religiosas de los judios, que buscaban motivos para condenarlo a muerte.
Despúes de interrogarlo lo mandaron donde Pilatos. Este también lo interrogó y, aunque no encontró motivos para condenarlo, debió hacerlo ante la presión de la muchedumbre que, incitada por los sacerdotes y los policias del templo, pedía su crucifixión.
Ordenó azotar a Jesús y lo entregó para que lo crucificaran. Los soldados le pusieron una corona de espinas. Después de burlarse de él, lo cargaron con la cruz y lo llevaron a la colina llamada Gólgota. Allí lo crucificaron entre los ladrones. (Jn. 19, 14-18)

Jesús nos amó hasta el extremo de ofrecer su propia vida para liberarnos del pecado y de sus consecuencias.
Cumplió así la voluntad del Padre y la misión que le había encomendado.

El Viernes Santo ayunamos y hacemos penitencia para unirnos espiritualmente al sacrificio redentor de Cristo. En todas las Iglesias se hace la celebración de la Pasión del Señor y no se oficia misa. La iglesia está de duelo por la muerte del Señor.





SABADO SANTO

Jesús permanece todo el sábado en el sepulcro. Resucita al amanecer del domingo. Es un hecho real, histórico, demostrable por la señal del sepulcro vacío.

Al amanecer del domingo, María Magdalena fue a visitar el sepulcro. Al llegar vio que la piedra estaba removida y corrió a avisar a los discípulos. Pedro y un compañero fueron a ver que sucedía. Comprobaron que efectivamente, que el sepulcro estaba vacío y regresaron a casa. María se quedó llorando junto a la tumba. Se agacho y vio dos ángeles. Le preguntaron porque lloraba. Les contestó: “Se han llevado al Señor y no se donde lo pusieron”. Se volvió y vio a Jesús; pero no lo reconoció.

Jesús le preguntó por que lloraba y a quién buscaba. Le contestó que buscaba el cuerpo del Señor, Jesús la llamó por su nombre, ella lo reconoció. Luego de recibir un mensaje para los apóstoles, María fue donde ellos y cumplió el encargo del Señor. (Jn. 20, 1-18)





DOMINGO DE RESURRECCIÓN

El domingo, al aclarar, Jesús salió glorioso de la sepultura.
La Resurrección de Cristo es la verdad culminante de nuestra fe. Nos asegura que también nosotros resucitaremos con El a la Vida Eterna.
En la noche del sábado santo, la iglesia celebra la fiesta cumbre del año litúrgico, con una solemne Vigilia Pascual. Es el paso de las tinieblas a la luz, de la muerte de Cristo a la Resurrección.
Culmina la Semana Santa con el domingo, día que celebramos la “Pascua de Resurrección”


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